*Sin embargo, especificó el académico de la UdeC, si persiste es necesario ir a terapia y consulta

Diciembre es temporada de alegría, festejos y de reuniones familiares, y aunque ello implique felicidad para la mayoría, para algunos, este mes tiene sentimientos de nostalgia y melancolía que podrían asociarse con depresión. Incluso, se le conoce como “depresión decembrina”; sin embargo, estas emociones, a diferencias de la depresión clínica, son transitorias, según explica en entrevista el doctor Jairo Medina Mendoza, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Colima.

“La depresión decembrina”, ese sentimiento de nostalgia o tristeza, se da en estas fechas ya que, al ser el último mes del año, se vincula con otras circunstancias, como no haber alcanzado las metas o la pérdida de un ser querido recientemente. También se asocia con la luz y la temperatura, ya que oscurece más temprano y hace frío. “En Colima no impacta mucho en este sentido, porque el invierno es de 25 o 26 grados, aunque esto no implica que no podamos experimentar lo dicho, porque también tiene implicaciones sociales”.

Para este psicólogo es importante reconocer las emociones e identificarlas. “Eso nos permitirá saber cuándo estoy sintiendo tristeza y cuándo podría tratarse de una depresión. Esta distinción es muy importante, porque la depresión clínica no solo es un sentimiento de tristeza, sino un proceso mucho más complejo, amplio y que necesita evaluación neurológica, psicológica e incluso psiquiátrica”.

En estas fechas, comentó, se dan condiciones importantes, “porque se vinculan con la familia, con estar en casa y compartir con seres queridos. Esto a veces es imposible y es donde quizás se pueda dar este proceso, no sabríamos si de una depresión, pero quizás sí tiene que ver con una condición de tristeza y un poco de desolación”.

Si éste es el caso, compartió “es importante relacionarnos con personas cercanas, ya que eso ayuda a que nuestro estado de ánimo sea mejor. Pensamos siempre en la familia consanguínea, pero también hay otro tipo de personas cercanas, como amistades o la pareja. Otras herramientas que podríamos usar son la alimentación y hacer ejercicio; que nos dé un poco el sol, salir a caminar, porque estar aislados aumenta el sentimiento de desolación y separación del mundo”.

Tristeza, depresión y ansiedad

Para el docente universitario, la tristeza decembrina a veces viene acompañada con cierta depresión y ansiedad, “por lo que también es importante tomar en cuenta lo que otras personas nos dicen respecto a los cambios de humor que presentamos, ya que estos cambios son tan graduales y sutiles, que veces no alcanzamos a percibirlos”.

Jairo Medina compartió que comúnmente a la tristeza, la depresión y ansiedad se las asocia con estar uno quieto; sin embargo, también tienen rasgos de irritabilidad, e incluso se tendrían que tomar en cuenta los roles sociales. “Los rasgos de llanto, congoja y tristeza están más vinculados a las mujeres, y eso es un tema que estamos discutiendo, porque también se puede decir que los hombres expresan la tristeza de manera distinta en el marco social; es decir, pueden estar bien porque nunca se ven tristes, pero están como de malas, irritables o evitativos. Estas pueden ser otras formas en las que los hombres expresan su tristeza”.

De ahí la importancia, dijo, de ver si la misma persona puede percibir estas banderas rojas, o bien prestar atención si otras personas notan los cambios. “El asunto es que quizás yo ya venía con estas características de tristeza e incluso con algunos rasgos de depresión, pero que en estas fechas se acentúan y algunas veces con mayor intensidad”.

Qué hacer

 “Si tengo un diagnóstico de depresión, ansiedad, y estoy medicado, tengo que seguir con el tratamiento y la terapia, porque las personas tienden a poner en pausa sus procesos psicológicos en estas fechas. La otra es que si me estoy percibiendo o me han dicho varias personas que tengo cambios y tengo la posibilidad de ir a un psicólogo, voy para saber qué tengo, porque se requiere de un proceso de acompañamiento y un espacio seguro para que me den estrategias y eso me ayude a acomodar las piezas; no es como que me vaya a curar, porque, hay que decirlo, no es una enfermedad”, destacó.

En estas fechas, compartió el Dr. Jairo, “es importante preguntarse si algo en nosotros está pasando; este cambio chiquito es importante, porque es bueno darse cuenta de que está sucediendo algo, y si me alcanza con las herramientas que tengo está bien, pero si me sobrepasa, es importante ir al psicólogo o psicóloga para armar el rompecabezas y saber lo que está mal”.

Finalmente, compartió que en estas fechas también es necesario reconocerse a uno mismo y las relaciones con los demás. “Por ejemplo, si se tienen problemas con la familia, quizás sea el momento de limar asperezas, pero sin ponernos en riesgo”.

 “Si la persona necesita un momento para estar a solas porque está en un proceso personal, también está bien, porque estoy revisando qué pasa conmigo y ahí no ocupo que los otros me estén diciendo cosas. Si esto se vuelve crónico, entonces ya podemos hablar de ciertos rasgos de depresión. Quizás sea necesario darle una vuelta a las relaciones que tengo, resignificarlas de otra manera, darles otro tipo de importancia, algunas subirlas, otras bajarlas, no sé, es una parte que sería importante en estas fechas”, concluyó.