Los habitantes de la conurbación Colima-Villa de Álvarez a quienes los habitantes de la comunidad indígena de Zacualpan en el municipio de Comala les cortaron el suministro de agua potable, saben que el principal causante de su desgracia es el alborotador profesional metido a funcionario público gracias a que acreditó reunir el 90% de incondicionalidad y el 10% de capacidad que les exige la Cuarta Transformación, Vladimir Parra Barragán. Él, junto a otros demagogos de su misma calaña, le hicieron creer al pueblo bueno zacualpense ser el dueño único del vital líquido que de las luvias capta el Cerro Grande, nada más y nada menos porque en un punto de su solar atina a brotar.
Vladimir Layún creó el problema que se agravó por las promesas que él y su jefa la gobernadora Indira Vizcaíno Silva les hicieron a los zacoalpenses para librar momentáneamente amagues comunitarios anteriores, promesas que nunca les cumplieron. Pero “haiga sido como haiga sido” , y sea como quiera que sea, la autoridad y la opinión pública deben obrar el milagro de que quienes apagan bombas y cierran válvulas entiendan y acepten que no tienen razón ni derecho en hacer y deshacer a su antojo, el agua no es de ellos, como nada de lo que hay en su subsuelo tampoco, ni la producen ni la hacen llegar a los consumidores.
Una cosa es que la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado Colima-Villa de Álvarez destine parte de sus ingresos a la realización de obras compensatorias, y otra, muy distinta, que les permita cortar el vital servicio cada vez que se enmuinen, no es por allí, así los falsos indigenistas de rasguen sus moradas vestiduras. El problema que se comenta cogió al mediocre Director General de CIAPCOV, Vladimir Parra Barragán, en la República Oriental del Uruguay a donde fue como observador electoral internacional en la elección presidencial del domingo 24 de noviembre de 2024, quedándose más tiempo allá celebrando la victoria de su candidato izquierdista. ¡Así cómo, pues!
Tras lamentar profundamente el cierre de las bombas que abastecen de agua a los municipios de Villa de Álvarez y Colima, el H. Ayuntamiento de Colima exhortó a las autoridades estatales y a la CIAPACOV a que “actúen con urgencia para restablecer el servicio de agua, situación que está afectando directamente a las familias de nuestra ciudad”.
Por su parte, la alcaldesa de Villa de Álvarez, Esther Gutiérrez Andrade, en su calidad Vicepresidente de del Consejo de Administración de CIAPACOV, le pidió a ésta “garantizar el derecho humano al acceso al agua potable”, solicitándole al turista internacional electoral, Vladimir Parra Barragán, que, de manera urgente “atienda sus funciones y obligaciones como Director de ese organismo”.
“Que realice las acciones necesarias, apegadas a la ley, para que se garantice el derecho humano de acceso al agua de forma inmediata, como lo establece el artículo 3 de la Ley de Aguas para el Estado de Colima”, le plantó cara con decisión y firmeza la Chula Tey al chairo fifí Vladimir, advirtiéndole sobre los riesgos sanitarios que se pueden correr por la falta del vital líquido y las afectaciones en casas habitación, negocios, empresas, hospitales y centros de salud, así como en las escuelas.
Los alcaldes de Colima y Villa de Álvarez deben coordinar acciones encaminadas a lograr la plena seguridad, llueva, trueno o relampagueé, en el suministro de agua potable sin interrupciones de ninguna clase; también, hacer lo que a su alcance esté para atemperar los ánimos fácilmente exaltables de los lideres de una de comunidad perteneciente a Comala.
Y pues sin duda alguna, el originario de la perla de occidente, la perla tapatía, Guadalajara, Jalisco anda al más puro estilo de José Luis Rodríguez “El Puma”. “Culpable soy, culpable soy, culpable soy yooooooooo”. Pásela bien.