A la menor contrariedad, las diputadas 4T de la LXI Legislatura Estatal se desgarran sus moradas vestiduras y acusan en automático de misóginos a sus colegas opositores que osen reclamarles las incongruencias y las contradicciones ante temas como, por ejemplo, los elevados índices de violencia contra las mujeres imperante en “Nuestra Colima”, y en todo el país, y la impunidad que los alienta, tal como sucedió el miércoles 6 de noviembre de 2024 cuando se discutía una reforma en materia de igualdad sustantiva con cambios en varios artículos de la Constitución para fortalecer los derechos de las mujeres y establecer un marco de protección más sólido.

Las políticamente hipersensibles legisladoras 4T que cuando suben a tribuna solamente atinan a echar mano de las ya muy trilladas frases bordadas por los “creativos” al servicio del grupo en el poder, saltan de sus curules ante las pocas voces discordantes como la de la priista Betzaida Luz Alondra Pinzón Carreto que las incomodó al hablar de la urgencia de emprender “acciones concretas para asegurar que las mujeres tengan acceso a oportunidades y una vida libre de violencia”, sustentando sus dichos en que “datos nacionales reflejan una crisis preocupante, con 11,000 mujeres desaparecidas y 20,000 asesinadas desde 2018, lo cual evidencia la necesidad de políticas efectivas y mayor inversión en programas específicos de género”.

Porque la aprobada reforma constitucional contempla la paridad de género en los cargos públicos de primer nivel, “esperamos que el gobierno estatal cumpla con tal disposición, pues actualmente de las once secretarías, sólo cuatro son ocupadas por mujeres, en tanto que en el nivel de subsecretarías no hay ninguna”, argumentó la diputada Pinzón Carreto.

“De nada sirven los discursos si las mujeres en Colima no se sienten más seguras”, disparó con puntería apache el coordinador de los diputados panistas Jesús Alberto Partida Valencia tras haberles hecho un llamado a los gobiernos Estatal y Federal para garantizar que la reforma en comento no quede sólo en palabras. “Colima ocupa los primeros lugares en violencia intrafamiliar y la Fiscalía Especializada en Delitos de Género no está cumpliendo adecuadamente su labor de proteger a las mujeres. La entidad es una de las más violentas para ese sector de la población. De nada sirven los discursos y las frases bonitas, los mensajes que se dicen desde tribuna no tienen efectos en la realidad”, verdades de a kilo que molestaron sobremanera los castos oídos de las intolerantes diputadas 4T que, de plano, no aguantan nada.

Aunque sean arrollados por la aplanadora de los 18 diputados 4T, los pocos realmente opositores como las mencionadas líneas arriba y los priistas Arnoldo Ochoa González y Hilda Lizette Moreno Ceballos, más la panista Sofía Peralta Ferro, deben continuar ganado el debate aunque, asistiéndoles la razón y el derecho, pierdan las votaciones. Lo importante es que expresen sus voces discordantes aunque las mismas no sean escuchadas ni atendidas por la mayoría oficialista.

EL ACABO

*Se voló la barda la ex priista conversa al morenísimo por así convenir a sus intereses, Andrea Naranjo Alcaraz, al acusar desde la tribuna del Congreso del Estado a su colega del PAN, Jesús Alberto Partida Valencia, de la comisión de actitudes y comportamientos que ella califica de violencia política de género y misoginia, sólo porque se atrevió a señalar que la Fiscal de Género del Estado de Colima, Beatriz Sandoval Chávez, no está haciendo su trabajo como debiera. “Por el simple hecho de ser mujer la está señalando, la expone, la violenta, la minimiza”, según la ultra feminista porteña de corazón que después de sus exabruptos fue protegida por su bancada negándole el derecho de réplica al por ella aludido Partida Valencia.

*Con el criterio establecido por la Señora Naranjo Alcaraz, nadie podrá decirle ni “! ay mi alma!” a ninguna funcionaria mujer 4T por su desempeño como tal porque será encausado por los delitos de violencia política y de género y misoginia. De plano, no aguantan nada.