Agradecido por las indebidas ayudas que él, su partido y su candidata a la alcaldía de Colima, Elia Margarita Moreno González, recibieron de la ahora exconsejera Presidente del Consejo General del Instituto Electoral del Estado, María Elena Adriana Ruiz Visfocrì, el tramposo falso minatlitense, Benjamín Alamillo González, se desgarró sus naranjas vestiduras al salir en defensa de la mujer que fue fulminantemente cesada por el voto unánime de los consejeros del Instituto Nacional Electoral que le aplicaron sin miramientos la Ley de Herodes. El que ningún otro dirigente partidista de la real oposición, no de la simulada “Fosfo-Fosfo”, haya salido a defenderla como Alamillo lo hizo, es prueba fehaciente de que están de acuerdo en el movimiento hecho por el INE, y a otra cosa mariposa.

“Mi solidaridad con Adriana Ruiz Visfocrì, Presidenta del Instituto Electoral del Estado de Colima, que hoy por un revanchismo político de Morena, llevan a su remoción. La Gobernadora y Morena desde el Congreso de Colima, en los últimos años, le redujeron un 70% al presupuesto del Instituto y hoy el INE la remueve por no cumplir con obligaciones financieras”, acusa Alamillo sin reparar en que la reducción de la que habla no le impidió a su defendida asignase un sueldo mensual de casi un cuarto de millón de pesos y dos bonos por su extraordinario desempeño en el reciente proceso electoral, que suman cerca de medio melón.

Detrás de la justificada remoción de Ruiz Visfocrì no hay revanchismo político alguno como acusa a la ligera el fallido diputado local que quiso pasarse de vivo al hacerse de una constancia falsa de vecindad en el municipio de Minatitlán para apuntarse en el segundo lugar de la lista de candidatos a diputados locales plurinominales de su partido Movimiento Ciudadano, sino la probada negligencia de María Elena Adriana en el cumplimiento de sus responsabilidades institucionales al dejar acéfalas las direcciones de Organización Electoral, Transparencia y Acceso a la Información Pública y Jurídica, en perjuicio de las funciones inherentes a cada área, deficiente defensa jurídica del IEEC a cargo de la Consejera Presidenta y haber cerrado los diez consejos municipales electorales del Instituto Estatal Electoral de Colima dejando si, la debida atención a los ciudadanos de los mismo.

La petición de que el INE cesara a la Ruiz Visfocrì vino del interior mismo del propio Instituto Electoral del Estado de Colima, por parte de algunos consejeros y del grueso del personal que allí labora, quienes desde el inicio del proceso electoral 2023-2024 plantearon la urgente necesidad de que la pusieran de patitas en la calle tanto por los motivos que se mencionan en el párrafo anterior como porque ella manejó al IEE Colima como si hubiera sido su negocio familiar. Una revisión a la nómina y a las compras, incluida la impresión de las boletas electorales, arrojaría resultados que podrían amarillo a su naranja defensor oficioso Benjamín Alamillo González.

EL INE pudo haber ajusticiado a María Elena Adriana hace meses, pero no lo hizo entonces sino hasta ahora por temor a empeorar las cosas de cara al domingo 2 de junio de 2024. Dado que a los candidatos de Indira Vizcaíno Silva les fue de perlas en las pasadas recientes elecciones, ella no tiene motivo alguno para buscar revancha política alguna como alega a tontas y locas el defensor de oficio de la removida señora Ruiz, Benjamín Alamillo González. ¿O sí?

EL ACABO

*Mañosa a más no poder, María Elena Adriana Ruiz Visfocrì se les volvió ojo de hormiga a los notificadores del Instituto Nacional Electoral que hasta el fin de semana no habían podido dar con ella para cumplir la formalidad de darle a conocer que la bajaron del macho por negligente y corrupta. Con esta marrullera evasiva conducta pretende ganarle tiempo al tiempo para cobrar unos días más como Consejera Presidente del Instituto Electoral del Estado.

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