Ir a votar el domingo próximo no es un mero trámite o ningún referéndum; es lo mejor que se puede hacer ese día, sobre todo si se hace con un voto razonado, ya que se estará decidiendo si continúa el mismo gobierno que lleva a México por el camino del socialismo con tintes de comunismo, o si llega un gobierno de coalición con una ciudadana sin partido que conduzca al país por el rumbo que desea la mayoría de los mexicanos.

Y no hay de otra: Ese día vamos a votar porque sigan aumentando los homicidios dolosos, las desapariciones forzadas, las extorsiones y los feminicidios o por una nueva estrategia de seguridad que busque realmente disminuir estos delitos con un moderno sistema de inteligencia y una verdadera coordinación de los tres niveles de gobierno.

El dos de junio se votará por frenar la corrupción y a los nuevos ricos de México que no sólo adquieren lujosas propiedades, sino también les sobra para guardar sus millones en paraísos fiscales, o por combatir y disminuir en realidad la corrupción que impera en los altos círculos de la administración pública, a pesar de que se prometió acabar con el robo y el saqueo.

El domingo se resolverá si continúan millones de mexicanos sin acceso a servicios de salud y siguen pagando por atención médica y medicamentos en clínicas privadas, o si pueden acceder a un mejor sistema de salud con un renovado Seguro Popular y otras estrategias de atención de la salud.

También se definirá si continúa la manipulación de la educación para conformar un sistema educativo socialista o procomunista en donde los alumnos sean adoctrinados para abrazar causas socialistas y agradecer al gobierno el apoyo que les da, o si se regresa al camino de la educación de calidad que busca preparar lo mejor posible a los mexicanos frente a los retos de la globalización y del progreso.

Hay que recordar que prometieron no robar, y no lo han cumplido; perjuraron que no iban a mentir, y lo hacen diario para ocultar sus ineptitudes, incapacidades y negligencias; aseguraron que no iban a engañar, y ahí están los fraudulentos proyectos sexenales como el Tren Maya y Dos Bocas, de donde se han despachado con la cuchara grande numerosos funcionarios, entre ellos los nuevos ricos del país.

Es mucho lo que está en juego el domingo. Ojalá que decidan participar porque pueden ser la diferencia y marcar el rumbo que desea la mayoría de los mexicanos.

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