La consejera presidente del Instituto Electoral de Colima, María Elena Adriana Ruiz Visfocrì, ve la escasez de recursos financieros en las arcas del organismo donde nomás su ley de Herodes impera, y no se hinca. Le vale un comino la austeridad republicana, la justa medianía y la renovación moral de la sociedad que a diario predica el mesías tabasqueño. Su voracidad por el dinero fácil no tiene límites. A ella sus timbres y que Colima ruede cuesta abajo en su 4trera desgracia. Sin embargo, no es la única de culpar sino quienes la impusieron en el cargo sin investigar su negro historial.

Y es que, si bien las remuneraciones de las y los consejeros electorales del IEE Colima, por mandato de Ley, se determinan en salarios mínimos, que la Comisión Nacional respectiva incrementó en un 20% para este año 2024 en curso respecto del inmediato anterior 2023, aplicar a rajatabla este porcentaje le costaría al pueblo bueno y aguantador de Colima un ojo de la cara, pues la Presidente se embolsaría mensualmente $ 60, 678.00 mensuales más para un total de $ 224, 037.00; el Secretario Ejecutivo $ 33,710.00 llegando a $136, 911.50 y el resto de los consejeros $ 37, 081.00 para dar $ 124, 465.00.

El desproporcionado nuevo sueldo nominal de $ 224, 037.00 que exige a toda costa cobrar María Elena Adriana, es muy superior a los 174 mil 26 pesos que gana el Presidente de la República, así alegue que ella no recibe extras como él en su Palacio Virreinal, y que, de aplicarse como ella pretende, agotaría los recursos financieros del presupuesto anual del Instituto en septiembre próximo, pero si se impone la prudencia y el buen juicio de algunos de los consejeros que se oponen a que la Visfocrì se sirva con la cuchara grande, calculan, podría alcanzar para dos o tres meses más.

Ante el alma monetizada de la Visfocrì, resulta plausible, por consciente y realista, la postura asumida por algunos consejeros de continuar recibiendo en este año 2024 los mismos sueldos del año 2023 anterior, para así asegurarles sus salarios al personal de apoyo y la operatividad y la buena marcha del Instituto en pleno proceso electoral, pero la ambiciosa e insaciable Presidente del Consejo General del Instituto Electoral del Estado, María Elena Adriana Ruiz Visfocrì, no sólo no da su brazo a torcer, sino que amenaza a diestra y siniestra con recurrir a todas las instancias legales habidas y por haber, para recibir a como dé lugar mensualmente su sueldo legal pero a todas luces inmoral , de $ 224, 037.00.

La pasividad de los representantes de los partidos políticos en el Consejo General del IEE Colima ante los excesos y abusos de Ruiz Visfocrì, por un lado; y por otro, la permisividad e indiferencia del Instituto Nacional Electoral que la impuso donde está, explican que la mujer siga en el cargo a pesar de los pesares, incluido su nepotismo laboral.

EL ACABO

*Porque el IEE Colima es un organismo de interés público, y los desplantes de quien preside su Consejo General pueden trastocar el proceso electoral en marcha, ante que haga más daño, deben regresar a los corrales a María Elena Adriana Ruiz Visfocrì cuyos antecedentes como funcionaria electoral no son nada encomiables. ¿O sí?

*Nada personal en contra de Doña María Elena Adriana, mucho menos a favor, pero de que ha sido perniciosa para el libre y legal juego democrático en Colima, no hay duda alguna. ¿O sí?

*Atinado nombramiento como Secretaria del H. Ayuntamiento de Villa de Álvarez, a propuesta de la alcaldesa Esther Gutiérrez Andrade aprobada por votación unánime de los integrantes del Cabildo, de Lizet Rodríguez Soriano, quien venía Desempeñándose como Directora del DIF Municipal.

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