*Ganó un reconocimiento de bronce por parte del Consejo para el Avance y Apoyo a la Educación (CASE, por sus siglas en inglés), por el proyecto “Beca Alimenticia, Cara Amiga”, que coordina la Dirección General de Servicios Universitarios
La Universidad de Colima fue reconocida mundialmente por el Consejo para el Avance y Apoyo a la Educación (CASE, por sus siglas en inglés), gracias al proyecto “Beca Alimenticia, Cara Amiga”, que fue presentado al concurso anual de este consejo llamado Círculo de Excelencia, en la categoría de Procuración de Fondos / Campañas multianuales / instituciones con menos de diez personas.
Cada año, CASE organiza este concurso global para reconocer las mejores prácticas en temas como mejora en servicios, relaciones de los alumnos, comunicaciones, diseño, liderazgo, compromiso, recaudación de fondos, revistas, mercado, publicaciones, video o eventos especiales, entre otros.
Su idea es que todos los miembros de este consejo, del que la UdeC es uno de los más recientes, puedan aprender de las experiencias exitosas. En este año se presentaron más de 4 mil propuestas en todas sus categorías y la Universidad de Colima obtuvo uno de estos reconocimientos, que fue de bronce (hay de gran oro, oro, plata y bronce), en la categoría de Recaudación de fondos.
CASE es una asociación sin fines de lucro de las instituciones educativas. Con sede en Washington, DC, Estados Unidos, fue fundada en 1974 como resultado de una fusión entre el American Alumni Council y la American College Public Relations Association. Es una de las asociaciones internacionales más grandes de instituciones educativas y presta servicios a cerca de 3400 universidades, colegios, escuelas y organizaciones relacionadas en 61 países.
Sobre el proyecto Beca alimenticia, el jurado opinó lo siguiente: “El equipo quedó impresionado con la forma en que la Universidad de Colima aprovechó sus relaciones con los proveedores para ayudar a los estudiantes vulnerables con sus comidas. Esto les permitió aprovechar las donaciones en efectivo y en especie para lograr su objetivo. Buen uso de los kits de seguimiento y gestión de los donantes”.
Para Angélica María Careaga-Mercadillo, directora ejecutiva de CASE América Latina, “representa un gran orgullo el que una de nuestras instituciones miembro sea reconocida, pues este concurso permite dar a conocer a nivel mundial el trabajo que se realiza en nuestra región con mucha creatividad, empeño y pocos recursos (realidad común en nuestra región)”.
Este año, añadió, se recibieron 17 propuestas de América Latina y sólo dos resultaron beneficiadas con este reconocimiento en dos diferentes categorías: la UdeC y la Universidad de Rosario, en Argentina. Por este motivo, dice en la carta que le escribió al rector Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño, “queremos felicitarlo a usted como líder institucional así como a todo el equipo de su universidad que ha participado en el desarrollo del mismo, en particular a Ana Lilia Moreno, por su liderazgo”.
“Ustedes -resaltó- son la primera institución pública que recibe este reconocimiento global, siendo las instituciones públicas la minoría de nuestros miembros en la región. Esto demuestra, una vez más, que hay mucho que compartir y ofrecer desde el ámbito de la educación pública en México y el gran potencial que existe para que otras instituciones aprendan de sus mejores prácticas”.
Informó, por último, que harán una pequeña ceremonia en su próximo Congreso, en abril de 2024, en Ensenada, para entregar el reconocimiento.
Ana Lilia Moreno Osegueda, directora general de Servicios Universitarios, mostró su alegría “por este importante premio para nuestra Universidad”. En ese sentido destacó: “estamos muy felices por el resultado obtenido; en el mes de marzo atendimos la convocatoria para participar en los premios Círculos de Excelencia de CASE y decidimos compartir la iniciativa Cara Amiga, misma que surgió en el año 2011 con el objetivo de conseguir becas para estudiantes económicamente vulnerables”.
Dicha iniciativa, agregó, “la hemos perfeccionado a través de la gestión con las y los arrendatarios de las cafeterías universitarias, y de la donación voluntaria con miembros de la comunidad universitaria y la sociedad en general, lo que nos ha permitido conseguir fondos para financiar becas de alimentos para estudiantes de nivel medio superior y superior, impulsando con ello su continuidad académica”.