Glendale, Arizona.- La NFL tiene un nuevo sheriff y Kansas City se quedó con el Vince Lombardi del Super Bowl LVII.
Patrick Mahomes y compañía se repusieron a una desventaja de 10 puntos en la segunda mitad y terminaron imponiéndose (38-35) a los Filadelfia Eagles ante más de 60,000 almas en el State Farm Stadium.
A los Jefes no les afectó la desventaja que tenían en las tribunas, los momios donde partían como víctimas, ni la lesión de su gran estrella; al final la experiencia en un escenario que han visitado más que nadie en el último lustro le jugó a su favor.
Kansas City conquistó el tercer título de su historia y el segundo en la era “Mahomes-Reid”. La NFL tiene una nueva dinastía.
EL JUEGO
Dos semanas de estudio sirvieron de poco para que las defensivas lideraran un plan de juego que les permitiera contener a dos de los ataques más explosivos de la NFL.
Desde el inicio ambas ofensivas impusieron condiciones, moviendo las cadenas a placer. El plan de Nick Sirianni estaba claro. Anotar tantos puntos como puedan, y con esa mentalidad agresiva explotaron sus armas tanto por aire como por tierra.
Cuatro ocasiones se la jugaron en cuarta oportunidad y en todas lograron convertir. Patrick Mahomes, respondió de la mano de su siempre confiable ala cerrada. Travis Kelce no tardó en registrarse en el marcador para igualar la contienda (7-7), pero en la siguiente serie apareció la otra gran amenaza aérea del Super Bowl: AJ Brown.