La maestra Leticia Ramírez Amaya, titular de la Secretaría de Educación Pública, visitó Colima el pasado 20 de enero. Fue paseada por el preescolar “Miguel Ángel Delgado Arroyo” de Cuauhtémoc, la secundaria “Benjamín Fuentes” de Villa de Álvarez y por la primaria unitaria “Gregorio Torres Quintero” de la comunidad rural del Astillero de Abajo. Se le halagó y se le agradeció el compromiso por tener la visión de acudir directamente a las aulas para conocer la realidad de las escuelas, este agradecimiento lo hizo la propia gobernadora Indira Vizcaino quien se decía emocionada de que alguien con el cargo de la maestra Lety llevara a cabo tal visita.
Esta visita, al parecer, fue de mucha emoción para las autoridades educativas, pero para los que conocen y viven la vida en las escuelas no fue más que protocolo, fotos, sonrisas, discursos, bombos y platillos. Y muchos se quedaron esperando los resultados.
A mí me hubiera gustado que después de la visita a esas tres escuelas de educación básica ocurriera la magia de la efectividad y de los resultados y al ver, por ejemplo, los “instrumentos” de percusiones con que los niños del preescolar toman clases, ordenara de inmediato que les equiparan con instrumentos reales y variados tanto para los niños y para el maestro de ese preescolar y de todos los demás que no fueron visitados y que tienen esas y más carencias.
Me hubiera gustado saber si de verdad valoró el esfuerzo que la primaria rural “Gregorio Torres Quintero” hizo y si se preguntó de dónde se paga el gasto que implicó el festival que presenciaron esas autoridades donde hubo café, ponche, pan, trajes típicos, frutas tropicales, etcétera, porque eso, aunque nos parezca que no y aunque estemos acostumbrados a que los docentes y padres de familia paguen todo, también debe estar contemplado en los gastos de cada escuela.
¿De verdad la maestra Lety con esas 3 visitas que hizo se habrá llevado un panorama completo de la realidad de todas las escuelas de Colima? ¿Se habrá enterado de que mientras ella paseaba por Colima la escuela primaria “Benito Juárez” de Comala hacia llamadas de auxilio en las redes sociales para que la Gobernadora o el Secretario de Educación y Cultura de Colima voltearan a verlos y les resolvieran la situación que padecen los niños y niñas al tomar clases en áreas improvisada expuestos a las adversidades del clima porque sus salones resultaron dañados con el temblor?
Lo del problema de la falta de maestros en secundarias (que justo salió a la luz poco antes de su llegada) tampoco lo resolvió y para muestra la manifestación de la secundaria técnica “20 de Enero de 1527” exactamente diez días después de su visita, donde exigían como comunidad escolar que ya les completaran la plantilla de personal porque les hacían falta maestros, pues a decir del propio director Sergio Luis Amezcua Pizano desde el pasado mes de octubre les faltan maestros para cubrir 56 horas de Tecnología, 12 horas de Formación Cívica y Ética, 12 horas de Educación Artística y 15 horas de Ayudantía de Laboratorio por lo que algunas veces han tenido que suspender pues había grupos que solo recibían una de las siete clases que tendrían que recibir al día, esto pese a las reiteradas gestiones hechas por la dirección escolar, gestiones que no tenían respuesta positiva por lo que el 30 de enero se manifestaron con lonas al exterior de la escuela y en redes sociales también, logrando que la Secretaría de Educación les contactara y les prometiera con fecha 31 del mismo mes (un día después de la manifestación) que mandaría maestros con contratos temporales para que se cubran estas horas.
Creo que de haber sabido la comunidad escolar que así les resolverían más rápido se hubieran manifestado desde antes. Esto sin duda deja un antecedente para las otras escuelas que siguen viviendo estas y otras problemáticas y que constatan que ni los oficios enviados, ni la venida de la maestra Lety les resuelven con tanta rapidez como este tipo de acciones.
La maestra Lety ya se fue y al parecer se fue ligera de equipaje porque las problemáticas las dejó intactas aquí en Colima, lo que me hace seguir cuestionándome si de verdad son efectivas estas visitas donde les ponemos alfombra roja y le rendimos tanto culto a la personalidad.