LA PASADA visita presidencial no fue fortuita o mera coincidencia. El presidente Amlo vino a Colima porque sabe que hay una importante inconformidad hacia el gobierno de IVS (por eso está en los últimos sitios de aceptación según encuestas) debido al agravamiento de la inseguridad pública en el estado y, sobre todo, porque la gente percibe que hace muy poco para resolver esta situación que los tiene muy intranquilos. La parte pública y oficial indica que López Obrador aseguró en Manzanillo sentirse muy contento con el trabajo de la gobernadora del estado al opinar sobre el trabajo de la mandataria en su primer año de gobierno y consideró que el pueblo colimense respalda el gobierno de Indira, según destaca el boletín oficial sobre la visita presidencial. No se puede negar que muchos colimenses apoyan al gobierno de IVS –por las razones que sean-, pero también hay otros muchos más que no están satisfechos con su gobierno porque ha dejado el tema de la inseguridad en manos del gobierno federal con su estrategia de abrazos, no balazos.
Y ES que a la gobernadora del estado se le cuestiona por su pasividad en el tema de la inseguridad. La responsabilidad en este tema se lo ha dejado absolutamente al gobierno federal, a través de las fuerzas armadas. Es decir, se ha desprendido de una de las principales responsabilidades de todo gobernante, como lo es la de garantizar seguridad pública, y ha permitido que el gobierno federal aplique la estrategia de no intervenir y sólo dedicarse a contar los muertos, los desaparecidos, los extorsionados, los robados, los secuestrados y las violadas, cuando debiera participar primeramente a través de la Guardia Nacional, apoyada por la policía y la fiscalía del estado. Mientras no haya una mayor intervención de la gobernadora en el tema y se resuelva a favor de la tranquilidad de la población, ésta no estará satisfecha ni mucho menos contenta, no obstante el trabajo y los esfuerzos que hace IVS en los demás rubros de la vida pública.
EN ESTE sentido, más allá de las cifras que dio el almirante titular de la Secretaría de Marina (Semar), José Rafael Ojeda Durán, consideró que existen 2 factores que contribuyen mucho a elevar esta percepción sobre la inseguridad pública: por un lado, el puerto de Manzanillo, el que más contenedores mueve en el país (trasiego de drogas), y segundo, la población de la cuarta entidad más pequeña de México. Hasta ahí, en parte, tiene razón. Sin embargo, para el funcionario federal, el número de habitantes en Colima “influye mucho” en las estadísticas porque ponen al estado “en un primer lugar” en algunos delitos, pero “no es porque Colima esté muy complicado; sencillamente el número de habitantes hace que se vea de esta manera”. Esto en mi pueblo se llama coloquialmente atole con el dedo. ¿Acaso es lo mismo que haya 100 homicidios dolosos al mes -por decir una cifra- entre una población de 700 mil habitantes (Colima) que en una con cinco o 10 millones de habitantes? El propio gobierno federal ha declarado a Colima como uno de los estados más violentos en el país ¿Es o no es?
MUY DESAFORTUNADO que la gobernadora y en general los llamados representantes populares de Morena se sigan poniendo del lado del presidente López Obrador en lugar de respetar a mucha gente que no está de acuerdo con la reforma electoral presidencial, y que son la mayoría de los ciudadanos que votaron en las pasadas elecciones. Y es que, al asistir a la conferencia matutina del presidente en el puerto de Manzanillo, la gobernadora pidió a quienes critican la reforma electoral del presidente se “quiten las máscaras” y “dejar de repudiar al pueblo”. Decir que quienes están al frente de las críticas a estas modificaciones se encuentran alejados del pueblo y no quieren que éste tenga el poder de decisión es un contrasentido. Desde esta lógica, la opinión, no pensar igual y la crítica hacia un gobierno o partido, es ir contra el pueblo. Muy lamentable pensar que así es, pues es claro que Amlo quiere que Morena se enquiste en el poder durante 70 años o más.
LA PRIORIDAD, lamentablemente, para el gobierno de Morena sigue siendo la dádiva. “Con muchísima satisfacción les digo que el estado cerrará este año habiendo entregado más de 2 mil 884 millones de pesos en programas sociales para el bienestar de las y los colimenses”, destacó recientemente la mandataria. Sin embargo, esto se busca que se traduzcan en votos. Sin duda, porque ese dinero se otorgaba antes a la gente en especie u otros apoyos sociales, pero ahora lo hacen efectivo porque así la gente lo prefiere, pero lo gasta en lo que quiera, no muchas veces en lo que necesita. Y algo más: hay muchos que no necesitan este regalo y lo están recibiendo. Así, ¿cuándo van a salir de jodidos? Sólo los tienen y los tendrán como clientela electoral.
DENTRO DE todo esto hay que reconocer los esfuerzos, la inversión que hace la gobernadora en educación con Colibecas y demás. Y es que dio a conocer que, a través de una de sus vertientes, ColiBecas-Uniformes se entregaron más de 111 mil uniformes a estudiantes de preescolares, primarias y secundarias públicas; ColiBecas-Mochilas y Útiles benefició a más de 79 mil niñas y niños de kínder y primaria; mientras que con ColiBecas-Computadoras se entregaron más de 31 mil laptops a estudiantes de secundarias públicas. En cuanto a ColiRed Internet Libre, recordó que es un proyecto con el que, de la mano del Gobierno de México, han instalado internet inalámbrico en 647 puntos en espacios públicos del estado y que tendrá una segunda etapa en todas las escuelas y plazas públicas, para garantizar que el acceso a internet sea una realidad, incluso en comunidades y colonias alejadas, para reducir la brecha digital. Bien por esto porque lo que se invierta en educación está bien invertido.
AL PARECE R la elección de la nueva dirigencia sindical en la Secretaría de Salud se va hasta el próximo año. Fueron tres los factores que así lo determinaron: las elecciones más atrasadas que se tuvieron que hacer este año en el país debido a la pandemia en 2020 y 2021; luego la reunión nacional de la dirigencia sindical, y ahora la elección de Marco Antonio García Ayala en el CEN del SNTSA. De alguna manera es acertado que hayan aplazado hasta el próximo año esta elección porque los trabajadores, a estas alturas, están pensando en el fin de año y todo lo que significan las fiestas decembrinas por Navidad y Año Nuevo. La situación no ha cambiado respecto a los aspirantes: Por un lado, es reconocida y respaldada por muchos la aspiración del doctor Audelino Guízar Olivera, y por otro, hasta el momento no se percibe o no se deja ver otra (o) aspirante a la dirigencia sindical. No sería extraño que en esta elección local suceda lo mismo que ocurrió con la elección nacional si se toma en cuenta que se alcanza a percibir que el galeno tiene el apoyo de la mayoría de los trabajadores. Veremos.