LLAMA la atención que el nuevo presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Juan Carlos Montes y Montes, haya sido electo en forma unánime. No había sucedido desde hace un buen rato en el STJE. Y como ha ocurrido en los últimos años en cada elección en el Poder Judicial, la opinión de los magistrados estaba nuevamente dividida ante la proximidad de este proceso, en donde se manejaban más los nombres de los magistrados Lilia Hernández y José Alfredo Jiménez, quienes tenían supuestamente el respaldo del gobierno del estado. Sin embargo, la terna no fue suficiente para consensuar y unir a los magistrados, lo que los llevó a buscar una tercera opción. De entrada, se impuso el criterio que tendría que ser una magistrada o un magistrado que no ha presidido el STJE. Como eran varios con esta condición, tuvieron que analizar el perfil de una magistrada o magistrado con características de conciliador y sin compromisos que pusieran en riesgo la armonía en el seno del tribunal, por lo que voltearon a ver al magistrado Juan Carlos, quien desde que era juez de lo familiar en Villa de Álvarez y Colima se ha caracterizado por ser un profesional serio y honesto. Fue así como todos los magistrados lo vieron con buenos ojos y aceptaron la propuesta de apoyar a uno de los magistrados más jóvenes que llegan a la presidencia del Supremo Tribunal del Estado.

ASÍ, Juan Carlos Montes, licenciado en Derecho y Maestro en Administración de Justicia por la Universidad de Colima, así como un Doctorado en Derecho (tesis en curso), con una sólida carrera en el Poder Judicial del Estado, en donde ha ocupado diversos cargos de Secretario de acuerdos y de Juez de Primera Instancia, además de ser magistrado de la Primera Sala Penal y Especializada en Justicia para Adolescentes, puede convertirse en un factor de unidad y armonía al interior del STJE, aunque tendrá que convencer a no pocos de que lo que ahora se buscaría es que en el Poder Judicial se actúe con el espíritu de otorgar justicia a la sociedad. Lo positivo de esto es que entre los magistrados se visualiza la disposición de colaborar con la nueva presidencia, de tal manera que las decisiones más importantes o fundamentales se tomen en forma consensuada. Por lo pronto, el respeto que al final mostró al parecer el gobierno del estado para elegir a la nueva presidencia del STJE supone una colaboración entre ambos poderes, pero sobre todo representa una nueva relación de un verdadero respeto entre los poderes públicos del estado.

UN AÑO es suficiente para acabar con el beneficio de la duda que se puede otorgar al principio de cualquier nuevo gobierno o gobernante –como lo hicimos- para saber si el rumbo que marca ese primer año es el mismo que desea la gran mayoría de colimenses. El camino que ha marcado la gobernadora Indira Vizcaíno Silva es básicamente apoyar socialmente a los colimenses, aunque esto caiga en el terreno del populismo que ya está marcado por los programas sociales del gobierno federal. Sin embargo, no ha dado color en otros sectores económicos y/o productivos que también son necesarios para apoyar la parte social y el desarrollo de la entidad.  Mientras no deje de ser prioritario el apoyo social, las acciones populistas, el estado, los colimenses, no podrán avanzar, incluyendo a los pobres y a los más pobres. En su primer año, aunque ha apoyado a miles y miles de colimenses, la gobernadora ha quedado a deber a muchos más que tienen otro tipo de problemas y de necesidades, por lo que no hay duda: el gobierno de IVS será fundamentalmente populista, con la agravante de la inseguridad pública, lo cual no significa avance, progreso o desarrollo, sino estancamiento.

LO QUE más le ha pesado a la gobernadora es el tema de la inseguridad pública. Todas las decisiones importantes se las ha dejado al gobierno federal, a las fuerzas armadas, que con su estrategia de abrazos, no balazos, ha puesto en vilo a miles y miles de colimenses que han sufrido los daños colaterales de la violencia y el miedo que causan los asesinatos a cualquier hora y en cualquier sitio. Se reconoce que las policías no tienen la capacidad para enfrentar o combatir a la delincuencia organizada; por eso no pueden combatir, pero los que sí pueden y tienen la capacidad, no lo hacen porque tienen la orden de no intervenir. De poco servirá al gobierno de IVS seguir haciendo esfuerzos por llevar apoyos sociales y otros beneficios a la población, si no logra que disminuyan los altos niveles de inseguridad porque no sólo son los homicidios dolosos.

LA UNIVERSIDAD de Colima sigue aportando al avance del estado. Ahora lo hace en materia de seguridad pública. Y es que el rector Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño participó en la instalación de la Mesa de Seguridad y Justicia de los municipios de Colima y Villa de Álvarez, en cuyo seno se definieron la formación de tres comités de trabajo, en todos los cuales participará la Universidad: Comité de Indicadores, Comité de Fortalecimiento y Dignificación de la Policía y el Comité de Prevención. La finalidad es intercambiar visiones, posturas e ideas y trabajar en conjunto con diversos sectores de la sociedad para contribuir en la generación de un estado pacifico en beneficio de las y los colimenses. Por cierto, este modelo de  trabajo, encabezado por la asociación civil México SOS, se ha llevado con éxito en 16 estados de la república. Lo dicho: la UdeC es una de las fortalezas del estado que aporta al desarrollo del estado.

El INE no va a desaparecer. Se va a transformar y le darán otro nombre. No hay mucho qué decir en este tema: El IFE, antes, y el INE, ahora, estaba integrado y ha funcionado en buena medida en base al diseño y operación que acordaron principalmente el PRI y el PAN en su momento, a través de la Cámara de Diputados. Sin embargo, hay que decir que se reconocían y se respetaban la gran mayoría de los triunfos en las urnas, sin dejar de señalar los prietos en el arroz que ha tenido el IFE/INE como aquellos que aparecieron en 1988 y en 2006, cuando quedaron dudas sobre el conteo de los votos en la elección presidencial. El problema ahora es que la idea del presidente López Obrador es avasallar y mantener el poder por largo rato teniendo en el nuevo organismo electoral a ciudadanos identificados con Morena, con lo que se consolidaría la época en la que, al igual que el PRI en su momento, Morena sea el partido absoluto por décadas al ocupar la gran mayoría de los cargos de elección popular y repartir algunos a los demás partidos políticos. Volveríamos a la época de un solo partido. Será un retroceso.

POR LO que se puede observar, el presidente López Obrador aún no toma la decisión sobre quién será la candidata o candidato presidencial de Morena para el 2024: Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard. ¿Con quién tendrá compromisos más fuertes? La gobernadora de la Ciudad de México ha tenido un protagonismo excesivo que la ha llevado a pisotear abiertamente la ley una y otra vez con actos anticipados de precampaña en los estados que le han valido algunas sanciones y fuertes críticas de ciudadanos y organizaciones. El canciller mexicano ha sido más cuidadoso y se promueve como aspirante cuando se presta el momento, pero debe ya ser más activo políticamente si desea recibir la bendición desde Palacio Nacional. El dedazo presidencial disfrazado de encuestas estaría decidido antes de que concluya este año o al iniciar 2023, pero se reflejaría antes de las “encuestas”.

A PROPOSITO, el canciller Ebrard advirtió que, salvo Yucatán, Oaxaca y zonas serranas del norte, el resto del país vive una “pandemia” de armas de fuego, que si no se detiene, no va a permitir reducir el número de homicidios y los niveles de violencia registrados. Al participar en la inauguración de la conferencia internacional “El negocio de la letalidad: el tráfico de armas en México”, el canciller señaló que Estados Unidos necesita hacer un mayor esfuerzo para evitar que las armas de fuego que se venden en su territorio sean introducidas ilegalmente al país. Los vecinos del Norte deberían analizar esta opinión de Ebrard porque la violencia en México también afecta las grandes inversiones que tienen los estadunidenses en nuestro país y la seguridad de sus connacionales que visitan nuestro país.