Sin perder el estilo frívolo, ligero y superficial,  mucho menos la eterna sonrisa triunfalista, la gobernadora y sus amiguis funcionarias públicas estatales, durante los días inmediatos post temblor 19/IX/2022, posaron para las redes sociales viendo lo mismo la profundidad de las grietas en carreteras como fisuras en muros de edificios y viviendas, y daños estructurales en puentes e infraestructura urbana. En ninguna foto aparecen apesadumbradas sino siempre felices como lombrices, radiantes de juventud y encanto.

“En la multitud de fotografías compartidas en redes sociales por su equipo, la mandataria estatal aparece un día con un casco blanco; otro día, observando con detenimiento la grieta en una carretera o pegando calcomanías en la entrada de una vivienda para notificar que ese hogar ya fue censado. Ese mismo día, acude a uno de los puentes dañados, graba un mensaje para explicar que esa vía de comunicación es segura y la comparte en redes como sentencia única, lo que genera dudas y suspicacias entre la población, pues en las imágenes que difunde su gobierno, sólo se ve a la mandataria y a funcionarios allegados y no, a los peritos, ingenieros, arquitectos”, publicó Diario Avanzada, importante medio de comunicación para el que “la tragedia de los colimenses no es sólo el temblor del 19 de septiembre y los que le han seguido, sino que aparte debe cargar con un gobierno estatal que solo busca la posar para Facebook”.

“Haiga sido como haiga sido”, el levantamiento del censo de inmuebles afectados en el estado por el temblor del 19/IX/202, tarea que llevaron a cabo los promotores del voto morenista uniformados de Servidores de la Nación, arrojó más  7 mil viviendas en esa condición, pero todavía no hay una cuantificación de los recursos financieros que se necesitarán para volverlas a hacer habitables.

Hasta ahora, el gobierno fotogénico de la familia Vizcaíno  habla del “Programa para el Bienestar de las Personas en Emergencia Social o Natural, un esquema de apoyo federal dependiente de la Secretaría del Bienestar”, del que se sólo se sabe que su   finalidad es la de “mitigar los efectos negativos que provocan los fenómenos sociales o naturales en la esfera de los derechos sociales de las personas y/o familias, por lo que debe ser visto desde la perspectiva de protección social en una emergencia”, pero nada de nada sobre los recursos presupuestales de que dispondrá par a tal efecto en el resto de este año 2022 y el próximo 2023.

De seguro que por la misma socorrida vía Facebook, la gobernadora les informará a los afectados sobre del flujo y reflujo de la ayuda material y en todas sus formas que lloverán para ellos como maná del cielo que AMLO les tiene prometido. Más les vale no hacerse muchas ni altas ilusiones para evitar que les pegue el desencanto; también, hacer acopio de serenidad y paciencia, como le recomienda Kalimán a su pequeño amigo Solín.

EL ACABO

ü Le cabe el derecho y le asiste la razón a la morena alcaldesa  de Manzanillo, Griselda Martínez M., cuando afirma que la Delegada de Programas Federales en Colima, Viridiana Valencia Vargas,  “no sabe hacer su trabajo, pues cientos de familias afectadas por el sismo del 19 de septiembre pudieron haberse quedado sin información sobre el programa emergente de apoyo”, pero para desgracia de los colimenses, la funcionaria de marras no es la única incompetente en el gabinete conformado por modelos de pasarela de Indira Vizcaíno Silva que no dan el ancho ni el alto.

ü Si los colimenses saben contar, más les vale no contar con que serán auxiliados con dinero público a fondo perdido en el corto plazo. Si bien les va, es probable que el gobierno 4trero  federal les empiece a echarle la mano hasta el año próximo. Al tiempo.

ü Una cosa es cierta, al gobierno fotogénico de Colima le cayó como anillo al dedo el temblor del 19/IX/2022, tanto por el dinero fresco extra adicional que puede llegarle, como por el uso y abuso que del mismo hará para hacerse de votos ciudadanos en las próximas elecciones.