La probabilidad de que un sismo fuerte ocurra en la misma fecha es prácticamente imposible, según el físico de la UNAM José Luis Mateos; la posibilidad de que tres sismos de gran magnitud tengan lugar un mismo día es de 133.225, expresada en porcentaje en un 0.000751%.Por otra parte, la UNAM publicó a través de su cuenta de Twitter, un mensaje relacionado con las fechas de los sismos en México:“
La coincidencia de fechas de los #Sismos del #19S merece abrir nuevas líneas de investigación científica. Hay que hacerlo con seriedad y metodología. En la ciencia, las nuevas preguntas requieren respuestas apropiadas”.
Cabe señalar que además de la UNAM, una gran cantidad de personas creen que los sismos tienen relación numérica, ya que no es coincidencia que los temblores más fuertes en el país ocurran en las mismas fechas. Mientras tanto las autoridades y los sistemas de monitoreo sísmico, aclaran que no existe la “temporada de temblores” en septiembre, como algunos internautas han bautizado al mes patrio, a raíz de los sucesos históricos de los últimos 40 años.
De la misma forma se ha especulado que existe la “ley de la atracción”, es decir que si miles o tal vez millones de personas están programados para pensar que los terremotos serán en cierta fecha, estos se harán realidad por el poder de la mente.
La ley de la atracción no es algo nuevo, ni mucho menos, desde la antigüedad se creía que si se realizaban acciones para satisfacer a los dioses, estos traerían bienestar, de lo contrario la calamidad caería sobre las personas y la comunidad. Los efectos de la conciencia colectiva son aún desconocidos, por lo que algunos científicos han tratado de encontrar respuestas, uno ellos fue el doctor Jacobo Grinberg; el cual a través de su “teoría sintérgica” obtuvo resultados nunca vistos en la comunidad científica.
En este sentido, la teoría sintérgica de Jacobo Grinberg propone que existe un espacio continuo de energía (lattice) y que el humano únicamente puede percibir una parte de este. Esto sería lo que todo el mundo entiende como “realidad”.
A grandes rasgos Grinberg planteaba que todo está compuesto por energía, la cual se conecta a un gran campo electromagnético llamado; lattice. Pero sin un estado de conciencia elevado, los humanos son incapaces de percibir la totalidad de la realidad que nos rodea. Asimismo se podría plantear que nuestro cerebro está conformado por neuronas, su función básica es la de recibir y transmitir la información, a través de impulsos eléctricos. Gracias a estos impulsos podemos movernos y percibir los objetos que nos rodean. Si nuestro cerebro funciona con pulsos eléctricos que se traducen en energía, esto nos conectaría al hipercampo electromagnético y con toda la materia que también está conformada por energía.
Necesitaríamos más pruebas para saber si los simulacros y los pensamientos que tenemos en septiembre, puedan atraer a los terremotos, algo así como programar al planeta en esa fecha. En conclusión, la única manera de corroborar la hipótesis de la ley de atracción y del pensamiento colectivo, es esperar a que llegue el 19 de septiembre del próximo año, lo que nos daría la pauta de verificar en los hechos, lo que la mente puede invocar con sus pensamientos.
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