Después de la desaparición física del exdiputado Roberto Chapula De La Mora (PVEM), la LX Legislatura Local quedó descafeinada, sin voces discordantes, salvo las muy honrosas de Héctor Magaña Lara (PRI) y Crispín Guerra Cárdenas (PAN). El resto de sus compañeros prianistas navega con bandera de conveniencia, destacando entre ellos el único del grupo peraltista a quien le han iniciado juicio político, Carlos Arturo Noriega García, exsecretario de Planeación y Finanzas del Gobierno del Estado que encabezara su concuño José Ignacio Peralta.
A Noriega García, igual que a prominentes funcionarios y exfuncionarios públicos tricolores de los tres niveles de gobierno y de los poderes legislativo y judicial, el poder morenista lo tiene agarrado por las orejas, acalambrado, comiéndose sus uñas hasta sangrar, sabedor de que si hace un movimiento en falso se lo cargará la tía de las muchachas. Esta su realidad explica, aunque no justifica, el marcado interés y entusiasmo con los que Carlos Arturo Noriega García promueve los votos de sus compañeros a favor de las disposiciones de la gobernadora de Morena.
En vano intento de taparle el ojo al macho, Carlos Arturo Noriega García sentencia que “la ciudadanía colimense debe tener mucha claridad (como la que él y José Ignacio acreditaron el sexenio anterior) respecto al decreto que recientemente se aprobó mediante el cual se autorizó al Gobierno del Estado.
Sobre todas las cosas, “hay que decirle a la gente que se trata de un crédito, aunque se le llame financiamiento, y en los créditos hay que pagar intereses y que hay que decir que se va a contar con un recurso que hoy no está garantizado con el Fondo Nacional de Participaciones, sino que está garantizado con un fondo diferente”. Sin comentarios.
Si bien los restantes cinco diputados locales priistas no se encuentran en la misma situación de vulnerabilidad política como lo está su compañero Carlos Arturo Noriega García, también ellos se afanan por complacer a la gobernadora, así ésta tenga tan amplio rechazo por parte de los mortales colimenses que la mantienen permanentemente en el fondo del ranking mensual de gobernadores de Consulta Mitofsky.
Los graves problemas de inseguridad, penuria económica y de servicios médicos de calidad (como los que prestan en Dinamarca y el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, prometió instaurar en México), tienen a los complacientes diputados sin cuidado, no les quitan el sueño ni la mira en las siguientes elecciones que esperan los mantenga otros tres años en el presupuesto.
Ya los priistas se fueron casi todos al bando de Indira, y los que no, pronto también se irán, sólo dos o tres se quedarán hasta el final para entregar las llaves del negocio que vino mucho a menos desde los comicios de 2018 y 2021 que terminaron de sacarlos no solamente de Casa de Gobierno y Complejo Administrativo, sino de su sede estatal misma que por muchos años ocuparon en la Calzada Galván.
¡Lástima, Margarito ¡La poca credibilidad que aún les quedaba a los priistas la han tirado por la borda sus convenencieros camaradas que, para salvar sus pellejos, abandonaron el banco tricolor para saltar al que va dando tumbos con bandera guinda! Por tales deslealtades y traiciones, muchos priistas de bien, que los hay, y ciudadanos con partido, ya no le confían al PRI ni un costal de alacranes.
Se dice que…
*El diputado local priista José De Jesús Dueñas García, todo el primer año de la LX Legislatura se la ha pasado del tingo al tango sonaja en mano y cascabeles en sus pantorrillas, para llamar la atención. Paga pa’que lo alquilen, a todas va, pero por más que se afana, como las macetas, no logra salir de donde mismo.
*Dueñas García es por mucho el diputado local dizque de oposición, más complaciente con la gobernadora y sus funcionarios amiguis. Pero no crea que por que de verdad simpatice con ellos, sino porque tiene que acatar las órdenes de su guía espiritual Carlos Arturo Noriega García.