En una decisión que hasta debiera ser causa de la anulación de los comicios de gobernador celebrados en julio pasado en el estado de Hidalgo, los magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ratificaron la sentencia que ya habían dictado sus homólogos de la sala regional de Toluca del TEPJF en el mismo sentido: se sancionó a la jefa de Gobierno de la Ciudad de México y a las gobernadoras de Colima y de Campeche, Claudia Cheinbaum Pardo, Indira Vizcaíno Silva y Layda la Albóndiga de Porcelana Sansores Sanromán, respectivamente.
En el caso de Colima, la decisión del castigo correrá a cargo de la LX Legislatura local; por tanto, ya estuvo que la #GobernadoraAltozano se va a morir de la risa: al tener como sus incondicionales a los diputados de Morena y aliados, donde se encuentran el Movimiento Ciudadano, el Partido del Trabajo, el Partido Verde y el Panal, difícilmente tocarán a la titular del Ejecutivo estatal con el pétalo de un oficio. No obstante, la sanción a la Indi deberá ser ejemplar, pues esta vez no es la sala regional de Toluca la que ordena aplicar el castigo, sino la Sala Superior del TEPJF, que es la última instancia nacional en materia electoral.
Cuando el asunto se fue a la sala regional de Toluca del TEPJF, las tres brujas (Claudia, Indira y Layda) impugnaron la decisión tomada por los magistrados, donde éstos admitieron que hubo vulneración al “principio de equidad, imparcialidad y neutralidad” durante la campaña a la gubernatura de Hidalgo, donde Julio Menchaca Salazar, a la sazón abanderado de Morena a gobernador de esa entidad, se benefició por el activismo político de la jefa de Gobierno de la CDMX y de las gobernadoras de Colima y Campeche, que con recursos públicos se trasladaron hacia tierras hidalguenses para darle todo su apoyo.
En esa ocasión, la sala regional de Toluca del TEPJF le dio instrucciones a los correspondientes Congresos locales para que sancionaran a las infractoras. Por lo que se refiere a la gobernadora de Colima, sus empleados de la LX Legislatura no consideraron “grave” la falta cometida: se limitaron a hacerle “un exhorto” para que ya no volviera a hacer cosas malas, como se dice a los niños para que no hagan más travesuras.
En esa ocasión respaldaron a Indira toda su bancada, que es la mayoría, con el denominado bloque democrático en contra (PRI. PAN y PES), salvo la extraña abstención de la priista Lizzie Moreno Ceballos. El asunto, sin embargo, se fue hasta la Sala Superior del TEPJF, donde ratificaron sus magistrados lo ya dictaminado por sus colegas de la sala regional de Toluca.
Los integrantes de ese Poder Judicial, en una sesión nocturna celebrada este miércoles, reconocieron que la Cheinbaum, Indira y la Albóndiga de Porcelana Sansores “pudieron generar una presión o influencia indebida en las y los electores de Hidalgo”. Además, se determinó que el candidato hidalguense obtuvo un beneficio con la asistencia de las tres servidoras públicas. Y es que no sólo estuvieron presentes en los actos de campaña, sino que el femenil trío infernal hizo proselitismo a favor del tal Julio Menchaca.
En este sentido, el TEPJF confirmó, como ya lo había hecho anteriormente la sala regional, que se debe dar vista a los Congresos de la CDMX, Colima y Campeche para que se apliquen “las sanciones que amerite”. Por lo tanto, ahora ya no debe quedar todo en un “exhorto” a la Gobernadora Altozano por su reincidencia por violar las leyes electorales, sino algo más firme y ejemplar. El problema es que la mala mujer tiene de su lado a la mayoría con Morena, Partido del Trabajo, Partido Verde, Panal y Movimiento Ciudadano.
En una de esas, cuenta hasta con Lizette Moreno, que últimamente anda muy complaciente con los morenacos. No obstante, los diputados locales podrían darnos una sorpresa. Habrá que ver si es buena o desagradable. Al final de cuentas, en política no hay nada escrito. LEER MÁS
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