Exclamó Arnoldo Vizcaíno Rodríguez cuando en el diálogo radiofónico mañanero de altura celebrado el miércoles 10 de agosto del 2022 en el programa transmitido por la estación 90.5, “La Bestia”, le preguntaron su opinión sobre los mostrencos diputados locales morenistas que cobran altos sueldos y prestaciones sin devengarlos. “¡Ay Dios mío, hay Dios mío, es que no saben, no hay nadie con tablas para hacer un buen trabajo¡”, exclamó el poder tras el trono sobre sus compañeros 4treros cuya inteligencia no les da para más y su capacidad de aprendizaje es nula. Ya se les fue casi un año y puras vergüenzas han causado.

El lenguarico e influyente sujeto del que las voces viperinas colimeñas juran y perjuran manda y gobierna en el estado, como el Toro sin Cerca, Félix Salgado Macedonio, lo hace en el de Guerrero, también tuvo para surtirle recio y tupido a la alcaldesa de Manzanillo (MORENA) Griselda Martínez. Por cierto, una de las mejores evaluadas por sus gobernados en el cargo del país, a quien desprecian Indira Vizcaíno Silva, su papi y amiguis.

“Griselda se alocó pendejamente, dice cada pendejada, se quiso apropiar del evento donde acudió Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández”, despotricó Vizcaíno Rodríguez en respuesta a la puya que le aplicó el orgullo de Coquimatlán Roberto George Gallardo, quien tuvo un “pinché vieja hija de la chingada después de cuatro años se aparece” dedicado a la senadora de la República, Gricelda Valencia De La Mora, sin saber que los “improperios” de ambos personajes de la picaresca colimeña les serían grabados y luego ampliamente difundidos a través de las benditas redes sociales por la inteligencia anti 4trera.

Dicen y dicen bien, que del amor al odio hay un sólo paso, pues la relación personal que en su pasado perredista tuvieron Arnoldo y Griselda fue más que cercana, como el primero de ellos lo reconoció con esta su frase: “Dice el trío del amor, está descoyuntada”. Los celos y recelos entre Gricelda y la familia feliz que todavía no sabe que el poder es para servir y sacar avante al pueblo bueno de Colima, sin el loco afán de imponer filias y fobias personales, mucho menos para enriquecerse, terminaron por hacer a Gris y a Noldo enemigos irreconciliables.

Lo que no dijo Arnoldo fue que a pesar de ser Griselda, en su carácter de alcaldesa, anfitriona del presidente de la República en su visita al puerto de Manzanillo del sábado 6 de agosto de 2022, la sentaron en un extremo del presídium y ni su nombre mencionaron los protagonistas del evento. Esta descortesía política se sumó a muchas otras majaderías de las que ha sido objeto por parte de la familia feliz Vizcaíno Silva.

Pero no sólo para Griselda y los diputados locales morenistas tuvo Arnoldo sino que también le llegó al “cabrón joto” de José Francisco Rodríguez Ballesteros, quien se perdió durante tres días con sus amistades íntimas provocando con ello que familiares, amigos y oportunistas, bloquearan el Libramiento Ejército Mexicano causando grandes daños a la movilidad vehicular y a las vialidades de la conurbación Colima-Villa de Álvarez, por los que “El cabrón joto está vinculado a proceso”.

Para Vizcaíno Rodríguez, los bloqueos a vialidades para ejercer presión sobre las autoridades, “son chingaderas”, máxime que al final los reportados como desaparecidos luego salen que son narcos o son cabrones malandrines”. ¡No pos’ sí¡ Como él lo afirma, es mejor pretender creerle que averiguarle, ya ven cómo es él y cómo se las gasta.

EL ACABO

*Por su desmedido afán protagónico, Arnoldo Vizcaíno Rodríguez no sólo ha perjudicado a su hija sino al pueblo bueno de Colima. Primero fueron los sindicatos de trabajadores de la educación y de la burocracia estatal en cuya vida interna intervino en vano intento de someterlos al imperio de la 4T. Ahora se ha metido con la muy aguerrida comunidad LGBT y el movimiento feminista. La primera lo acusa de homofóbico y la segunda de misógino.

*Cogido en la maroma, y presionado por el gran repudio que en las benditas redes sociales provocaron sus “improperios” que él califica de “puntos de vista emitidos en torno a reflexiones no concluyentes y en el marco de una plática de sobremesa”, Arnoldo se vio obligado a ofrecer “honestamente una disculpa a las personas (miles) que pudieran sentirse ofendidas por algunos términos impropios”.