Con el regreso a clases presenciales en nuestra máxima casa de estudios, la llegada de los estudiantes internacionales se ha convertido de nuevo en una realidad. Hace unos días, el propio rector Christian Torres Ortiz, y la directora general de Relaciones Internacionales y Cooperación Académica, Genoveva Amador Fierros, les dieron la bienvenida con la tradicional kermés en la que se les ofrece a los estudiantes recién llegados una muestra de nuestra gastronomía regional.
Cien estudiantes provenientes de países como Alemania, Japón, Corea, España, Francia, Marruecos, Ucrania, Brazil, Canadá, etcétera, estarán cursando una estancia académica en nuestra universidad y en Colima, por lo que se espera que, como siempre, esto deje grandes beneficios de todo tipo no sólo para los estudiantes internacionales sino, sobre todo, para los locales, quienes a través de su relación con ellos podrán enriquecer su propia visión de vida y del mundo.
No sé muy bien las actividades y encuentros que tengan y desarrollen los estudiantes internacionales en nuestra institución, pero seguramente tendrán siempre oportunidad de compartir sus experiencias de vida de sus países con el mayor número de académicos y estudiantes posibles, no sin poder pensarlo en que también autoridades y organizaciones externas a la institución pudieran beneficiarse de ello. Los jóvenes estudiantes extranjeros son depositarios de un gran legado cultural (el propio de sus países de origen), de forma que crearles condiciones para que lo compartan es de gran riqueza para nuestra propia casa de estudios y de sus mismos estudiantes y académicos.
Es una oportunidad de oro a la que hay que sacársele el mayor de los provechos. Del mismo modo, el bagaje de conocimientos culturales que los estudiantes se llevan de regreso a sus países tendrá seguro un impacto enorme si a su vuelta también tiene la oportunidad de compartir la enriquecedora experiencia que vivieron en el nuestro.
El encuentro, pues, enriquece a ambas partes, y por eso creo que hay que crear las condiciones para que esta comunicación se dé de manera fluida durante su estancia. Yo, de tener la oportunidad, tendría mil preguntas que hacerle a cada uno de estos estudiantes sobre su país, sus universidades, su política, sus relaciones familiares, su gastronomía, etcétera.
Como lo dije, la internacionalización a la que le ha apostado desde hace mucho tiempo nuestra máxima casa de estudios y cuyo firme y evidente apoyo la gestión del rector Torres Ortiz ha continuado es uno de los grandes baluartes de nuestra institución, y debe invertirse en ello todo lo más que se pueda porque de otra manera no se le podrá sacar el mayor provecho posible. Si nuestro origen es trashumante, entonces bienvenida siempre esta movilidad y este encuentro entre culturas.