Así deberá seguir siendo la brega periodística independiente por la libertad de criticar los abusos y excesos del que hasta ahora se ha mostrado como el peor gobierno de la historia política de Colima que en mala hora para sus habitantes cayó en manos de un grupo limitado, soberbio e insaciable de dinero encabezado por una pareja de cuidado: Arnoldo Vizcaíno Rodríguez e Indira Vizcaíno Silva.
Ellos y el Secretario General del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado, Martín Flores Castañeda, podrán, como lo han hecho, guardar los fierros en tanto pasan las elecciones del gremio, pero el tema del escandaloso incremento de los sueldos del gabinetazo indirista seguirá vigente para los articulistas ajenos al grupúsculo dirigido desde su área de comunicación social.
Indira, Arnoldo y Martín han convenido ponerle hielo al escandaloso golpe que los dos primeros le propinaron al presupuesto estatal al autorizarse sueldos que no merecen porque ni ellos ni su nepotista gabinete le han cumplido con resultados al pueblo, pero tal afrenta a los colimenses seguirá viva clamando justicia por el resto del sexenio de la esperanza que murió antes de empezar a vivir.
Más les hubiera valido a Indira, a su vocero y al tal Torrero haber seguido calladitos como lo hicieron los primeros dos días siguientes al estallamiento del escandaloso incremento salarial que desató la ira del pueblo bueno de Colima, pero optaron por la vía de una conferencia de prensa para tratar de justificar lo injustificable ante los medios de comunicación y la sociedad en su conjunto, pero solamente empeoraron las cosas al meter a su baile al Rector de la Universidad de Colima, a la alcaldesa morena de Manzanillo, Griselda Martínez M; a los diputados locales, a otros gobernadores y al mismo presidente de la República.
Si el Consejo Universitario le autorizó a Christian Torres Ortiz Zermeño un sueldo mensual superior al que se auto asigno Indira Vizcaíno Silva, el Cabildo de Manzanillo a Griselda Martínez M. y el Congreso a los diputados, tales decisiones son harina de otro costal, no le valen como excusa ni pretexto para justificar su asalto a las quebradas finanza estatales, su incremento a la ya de por sí pesada carga que sobre sus espaldas llevan los colimenses que sienten y resiente lo duro y lo tupido.
Los funcionarios estatales indiristas no valen ni la mistad de la mitad de los sueldos y privilegios que reciben, hasta con salarios mínimos profesionales resultarían caros. Y no tanto por su carencia de preparación académica acreditada, conocimiento del teje y maneje de la administración pública estatal y oficio político, sino porque puros problemas han creado en los 9 meses que llevan pegados al presupuesto estatal sin acreditar resultados.
Indira, Arnoldo y Martín terminarán, tarde o temprano, o más temprano que tarde, acomodándose por así convenir a sus intereses, prolongar su tregua y convivir felices como lombrices en sus relaciones laborables, pero los electores les cobrarán a la gobernadora y a sus amiguis, uno a uno agravios como la negativa a someterse a la revocación de mandato, la manipulación del rebaño 4teísta de diputados, incluidos los dos de Movimiento Ciudadano, la inseguridad, la precariedad de la economía estatal y los deficientes servicios de salud pública, pero sobretodo, los altísimos sueldos que se autorizaron arbitraria e inmerecidamente.
Se dice que…*A la gobernadora no le parece ganar 10 mil pesos menos que el Rector de la Universidad de Colima y 15 mil si se compara con las percepciones de los diputados locales, grupo en el que, por cierto, son mayoría sus compañeros de la 4T. Para empatar, o ella se sube sus percepciones o ellos de las bajan, para que estén parejos, se colige.*Víctor Torrero Enríquez, Subsecretario de Administración, opina que el Secretario General del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado, Martín Flores Castañeda, “es una persona que no se ha manejado con conductas correctas, ha aprobado deudas ilegales y ha sido complaciente con el boquete de mil millones de pesos en Pensiones que se dio en el pasado, pero ahora sí es muy exigente.
Es un personaje que se caracteriza por no tener una moral para hacer ese tipo de observaciones”. Una de dos: Mucho le sabe Don Víctor a Don Martín, o habla al tanteo.
*El boquiflojo vocero del Gobierno del Estado, debe dar a conocer los nombres de los periodistas a quienes acusa en sus reuniones de estrategias fallidas, de criticar a su jefa para que les dé chambas en su administración y cash.
*Como si la gobernadora no tuviera suficiente con sus propias broncas, su padre sigue empeñado en intervenir en la vida interna de los sindicatos. Después de que los trabajadores de la Sección 39 del SNTE le pegaron como a Bucho: Duro, tupido y mucho, y la paliza que le espera a su candidato a la dirigencia del STSGE, Sergio Alejandro Fuentes Mendoza, ahora Arnoldo pretende hacerse del control de la Sección XII del STISSSTE. Como dijera el clásico “no entiende que no entiende”.
*El reculón que el viernes anterior dio la gobernadora Indira Vizcaíno Silva al cancelar el mega incremento a los suelos de ella y sus amiguis, “ajustes”, no por convicción 4tesita sino obligada por la ira ciudadana que ese su abuso generó, da para una entrega especial de “AL DESNUDO”.