La renovación estatutaria de la dirigencia del  Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado de Colima, según anunció su actual Secretario General, Martín Flores Castañeda, se llevará a cabo el próximo mes de agosto en un ambiente de relaciones laborales enrarecido por el incumplimiento de parte del patrón, de las aportaciones debidas al Instituto de Pensiones del Estado de Colima (IPECOL) que ascienden ya a 440 millones de pesos, 140 de ellos correspondientes a la administración indirista y 300 a la peraltista; el pírrico incremento salarial del 3%; y la intentona oficialista de intervenir en la vida interna de  la organización sindical denunciada por Flores Castañeda.

 “Queremos que de una vez por todas le diga a los trabajadores si les va a pagar o no les va a pagar, no queremos las cosas a medias, que nos tengan en reuniones extraordinarias, que se atreva a decir que no tiene voluntad para pagar, que se atreva a darle respuesta por escrito al Sindicato, de los planteamientos serios y formales que hemos efectuado”, reta el longevo líder sindical que amenaza con movilizar e intensificar las acciones  legales a su alcance  manteniendo a sus agremiados “unidos y en pie de lucha” hasta lograr su objetivo .      

El primero en levantar su mano para declarase  puesto y dispuesto a liderar a sus compañeros  trabajadores al servicio del Gobierno del Estado en una etapa que se ve venir de vacas flacas, de carencias y limitaciones, ha sido Sergio Alejandro Fuentes Mendoza, Secretario General Suplente que pretende la titularidad como propietario avalado por una bien llevada carrera sindical de treinta años en la que se ha desempeñado más que satisfactoriamente como  Presidente del Comité de Honor y Justicia, Secretario de Interior, Secretario de Organización y  Secretario de Acción Social y Deportiva.  

La preparación académica (Licenciado en Desarrollo Humano), trayectoria deportiva como destacado jugador y entrenador de Básquet Ball y larga carrera sindical, hacen de Sergio Alejandro Fuentes Mendosa un serio aspirarte al relevo generacional del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado de Colima que vive ya una etapa en la que deberá replantearse un nuevo estilo de liderazgo más abierto, incluyente y democrático.  

Para Fuentes Mendoza, un dirigente sindical debe velar por los derechos de sus representados y tratarlos con equidad.  “Todos como sindicalizados tenemos los mismos derechos y debemos ser tratados por igual. Nadie debe ser perseguido, señalado, juzgado, relegado ni recibir represalias por pensar diferente. Queremos formar una dirigencia cercana con la que podamos expresarnos y ser respetados”, esbozó en su primer posicionamiento como aspirante a Secretario General del STSGE.

Ojalá que quienes hayan pensado entrometerse indebidamente en la vida interna del STSGE aprendan de la lección que recientemente les dieron los integrantes de la Sección 39 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, a  sujetos de la calaña de Nicolás Contreras Cortés y Óscar Javier Hernández Rosas, par de aretes que fallaron en su intentona de entregarle la 39 a la 4T colimeña, y se abstengan de meter sus manos en un proceso electivo que solamente compete a los trabajadores  con derecho a votar en forma directa, personal, libre y secreta. Porque el horno no está para bollos, más le vale al grupo en el poder no meterse en camisa de once varas.  Advertidos están. De nada.

EL ACABO

ü La ejecución a mansalva de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales  (79 años de edad) y Joaquín César Mora Salazar (de 80) en el tempo de la comunidad de Cerocahui Chihuahua el lunes 20 de junio de 2022, y la sustracción de sus cuerpos por parte de los asesinos que también son seres humanos a los que hay que cuidar, clama a Dios por justicia.

ü Ambos sacerdotes con más de cinco décadas en la Compañía de Jesús, cuya mayor parte de su trabajo pastoral lo realizaron en Chihuahua, fueron víctimas de la política presidencial “abrazos, no balazos” en el “Triángulo de la Gente Buena”, antes “Triángulo Dorado”.

ü Consuela saber por boca de AMLO que las autoridades (¿ ?) ya tienen información sobre los posibles responsables de los asesinatos y que la zona donde ocurrieron los hechos tiene “bastante presencia de la delincuencia organizada”.

ü La Compañía de Jesús demandó a las autoridades que de manera inmediata adopten medidas de protección para asegurar la vida de los religiosos de la comunidad de Cerocahui que enfrenta “condiciones de violencia y olvido de parte del Estado”, igual que en el resto del país. ¿O no? Y todo por culpa de Calderón.