EL COVID-19 vuelve a ser motivo de preocupación en el país y en los estados. Todo provino desde aquella idea que propagó en los últimos días de abril el gobierno de López Obrador de que la pandemia ya había terminado. Y para ello, mandó quitar el semáforo epidemiológico, puso en duda la utilidad del uso de cubrebocas y suspendió la información diaria que daba en ruedas de prensa, lo que causó el relajamiento de las medidas de prevención y protección por parte de la población, a pesar de que al mismo tiempo se informaba sobre la aparición de sub-variantes de la variante ómicron. Estos fueron malos mensajes que se enviaron a la población y confirmaron lo que siempre hemos sostenido: el gobierno de Amlo ha intentado, una y otra vez y desde los primeros meses de la emergencia sanitaria, acabar la pandemia por decreto, por sus pistolas. Ni modo, a sufrir una vez más las consecuencias del manejo indolente y negligente de la pandemia que ha hecho el gobierno de López Obrador.
MIENTRAS, AQUÍ se advertía del aumento de casos desde mayo pasado, luego de que la Secretaría de Salud informaba el 30 de abril que “el reporte de Covid-19 sería semanal por disposición federal”. Por disposiciones del Gobierno de México -agregaba-, se notificó a las entidades federativas que ya no habrá publicación diaria del Semáforo Epidemiológico y del informe técnico sobre coronavirus, donde se plasmaban los casos activos y el número de defunciones diarias. En lo que fue el primer reporte semanal, del 3 al 9 de mayo, aquí se informó que se registraron 45 casos nuevos y ninguna defunción en el estado; el segundo reportó que hubo 69 casos nuevos y cero decesos, y en el tercero fueron 58 casos nuevos y un deceso. Sin embargo, se prendieron las luces de advertencia al darse a conocer en el cuarto reporte semanal que hubo 146 casos nuevos (aumento de más del 100 %) y un deceso. Las luces del desaparecido semáforo debieron pasar a amarillo porque del 31 de mayo al 6 de junio hubo 201 casos nuevos y ningún fallecimiento; del 7 al 13 de junio se reportaron 290 casos nuevos y ningún deceso, y del 14 al 20 de junio hubo 365 casos nuevos y un deceso, lo que ponen al estado en la imaginaria del semáforo en el color naranja, prácticamente. Tal situación obliga al menos a seguir usando el cubrebocas y evitar en lo posible la movilidad y las aglomeraciones, así como vacunarse o completar el esquema de vacunación.
Y NO sólo su servidor ha visto un manejo indolente y negligente de la pandemia por parte del gobierno federal. No ha sido una ocurrencia. Y es que en medio de la nueva ola de Covid, el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM sostuvo que la actuación de las autoridades frente a la pandemia ha sido negligente, tardía, con opacidad en el manejo de recursos y con un uso político de la estrategia sanitaria nacional. “Hubo falta de toma de decisiones de carácter preventivo; las que se tomaron fueron tardías; hubo una inexacta aplicación de recursos para atender la contingencia, y falta de apoyo económico a la población para atender el distanciamiento”, concluye este instituto en su estudio “Emergencia sanitaria Covid: Medidas administrativas y financieras”. Y para cerrar, el organismo de la UNAM expone que “a pesar de contar con un Consejo General de Salubridad, conformado por científicos, médicos y académicos, entre otras personalidades, se toman decisiones políticas y no científicas para afrontar el problema sanitario que padecemos”.
NO ES tan mala la idea de la gobernadora Indira Vizcaíno Silva de “tropicalizar” la estrategia de seguridad de la Ciudad de México al estado de Colima. Tras reunirse con la jefa de Gobierno de la capital del país, la mandataria expuso que hay modelos que pueden adaptarse, y en este caso básicamente tiene que ver con el proceso de dignificación de la policía en Colima, tanto la policía de seguridad pública como también la ministerial y la investigadora de la Fiscalía General del Estado. “El poder pasar a este modelo de diálogo constante, abierto, con el Pode Judicial del Estado, y por supuesto tener una policía investigadora también, es decir que la policía estatal también cuente con facultades de investigación, estoy segura que eso nos va a ayudar a fortalecer”, indicó. En otras palabras, las policías del estado tendrán que ser más profesionales e involucrarse más en las tareas de seguridad, lo que implicaría otorgar mejores condiciones de trabajo y salariales.
OJO: LA representante en México y Guatemala del Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Dolores Barrientos Alemán, advirtió aquí que la triple crisis planetaria que enfrentamos (la alteración del clima, la pérdida de la naturaleza y la biodiversidad, además de la contaminación y los residuos), provocada por el ser humano, pone en riesgo el bienestar de la actual y de las generaciones futuras”. Consideró que la pérdida de biodiversidad “sólo puede detenerse y revertirse proporcionando un espacio dedicado a la naturaleza y, al mismo tiempo, abordando factores como el cambio de uso de tierra y mar, evitando la sobreexplotación, el cambio climático, la contaminación y vigilando las especies exóticas invasoras”. Por último, comentó algo muy importante: “como sociedad civil tenemos que organizarnos para llegar a tener la transformación que queremos; ya no se puede dejar en las instituciones que las personas de 80 años tomen decisiones de cómo generar energía y financien plantas cuya vida útil es de 30 ó 50 años; ya no tenemos tiempo para eso, las generaciones jóvenes tienen que presionar cada vez más”. Los jóvenes, pues, deben de ir tomando las decisiones en este tema tan vital para todos, antes de que sea tarde.
FELICIDADES A nuestra amiga Noemí Castor Pérez por recibir el reconocimiento al Comunicador del Año 2021 y a mi compadre Carlos Alfredo Arévalo por obtener el reconocimiento Mérito a la Trayectoria 2021 “Maestro Armando Castañeda Morfín” por parte del Colegio de Comunicadores del Estado de Colima. A propósito de este acontecimiento, recuerdo que allá por 1983 fui entrevistado por Carlos Arévalo cuando jugaba en el España del futbol de la primera fuerza, luego de derrotar en la liguilla de ascenso a la primera amateur ni más ni menos al superfavorito Mopes de Quesería con un categórico 3-0 en el campo militar “Badillo Vizarra” (permítanme presumir tantito). Yo aún militaba en el Ejército Mexicano, destacamentado en la 20 Zona Militar, y desde entonces nació una amistad con Carlos, la cual consolidamos después al llegar a trabajar al Diario de Colima, gracias a la recomendación de mi amigo Jorge Alberto Ruiz Chávez (qepd), y al convivir en eventos y actividades de la Asociación Colimense de Cronistas Deportivos y del Club de Reporteros de Colima. Y sí, toda una trayectoria de Carlos de más de 40 años en el periodismo colimense que es merecidamente reconocida.