Los diputados locales de la 4T al servicio de la gobernadora Indira Vizcaíno Silva, defensores incondicionales del Fiscal General del Estado, Bryan García Ramírez, para quienes los ex gobernadores priistas José Ignacio Peralta y Mario Anguiano conocen santo y seña sobre los orígenes de la violencia que azota  Colima con gran furia desde el 25 de enero de 2022 y que a la fecha lleva ya casi 400 homicidios dolosos; y el por qué y quiénes se están disputando palmo a palmo el territorio colimeño, están incurriendo en complicidad con el par de malandrines de la política al no denunciarlos legalmente ante la justicia para que desembuchen todo lo que saben sobre los cárteles, sus jefes de plaza, sicarios y demás malas yerbas.   

Cada vez que hay un hecho violento de alto impacto, casi todos los días como el reciente de los dos niños asesinados en Villa de Álvarez, la gobernadora le exige a su carnal Fiscal “una investigación profunda que esclarezca lo sucedido, y que encuentre y castigue a los responsables” que, por cierto, también son seres humanos. La cruda realidad es que siguen dando palos de ciego. Quizá sea tiempo ya de que ambos conversen en serio con José Ignacio y Mario para que los enteren de todo lo que saben sobre las operaciones de la delincuencia organizada en la entidad, como valientemente denunciaron en tribuna sus diputados de la LX Legislatura Local.

Ya encarrilados, Indira y el Bryan también podrían dialogar con todos los ex gobernadores que todavía en estos lares habitan, empezando por Elías Zamora Verduzco que más debe saber por viejo que por sus diabluras en tiempos del Cochiloco y su rancho Jayamita. La información que de todos ellos obtenga  fortalecerá su capacidad de respuesta que hasta hoy ha sido nula, a la explosión de la violencia que tiene a los colimenses ya en la histeria colectiva.    

Si los ex gobernadores tienen información sobre los orígenes de la violencia en Colima y quién es quién en la disputa del mercado criminal y del territorio, se han tardado Indira y el Bryan  en integrarlos a la “Mesa de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz y la Seguridad”; también, en silenciar a su muy limitado de entendederas Vocero,  Gustavo Adrián Joya Cervera.

Si la gobernadora y el Fiscal General saben lo mismo que sus diputados locales respecto a la presunta connivencia de los ex gobernadores priistas con el crimen organizado, ¿por qué no actúan de una buena vez en consecuencia en lugar de seguir culpando de todos los males de Micaela a Felipe Calderón Hinojosa, Mario Anguilo y José Ignacio Peralta? ¿Para ofrecer justificaciones en lugar de resultados, querían la alternancia política en Casa de Gobierno y Complejo Administrativo?

La diputada local de Morena, Viridiana Valencia Vargas, convoca a “las y los legsialdores de oposición (que sólo están para obedecerla) a no lucrar políticamente (como los de su partido lo siguen haciendo) con este tema tan sensible”, haciéndoles un llamado para que “se sumen a las tareas de la construcción de la paz”. ¿Cuáles tareas y cual paz?, habría que preguntarle.

Los diputados locales al servicio de la gobernadora juran y perjuran no ser indiferentes ante la violencia imperante en el estado, pero tal “es una herencia de malos gobiernos priistas”, por lo que su jefa no es de culpar aunque nada haga ni logre al respecto. Para el ex priista Armando Reyna Magaña, “Colima vive las consecuencias de tantas décadas de gobiernos que desatendieron no solamente los temas de seguridad pública, sino de atención a bases sociales”, gobiernos gracias a los cuales, por cierto, él muchos años comió con manteca.    

Ojalá que, pasando las elecciones del próximo domingo 5 de junio de 2022, ya de nuevo en Colima después de sus viajes de campaña, la gobernadora tome el toro por los cuernos auxiliada por los picadores Anguiano y Peralta que, según los diputados locales de la 4t, mucho conocen del negocio de los seres humanos autores de la violencia imperante en el estado y del tema del narcotráfico.

EL ACABO

*El Tribunal Electoral del Estado no solamente cambia de domicilio sino también a uno de sus tres magistrados que renunció por los malos modos y peores tratos, formas y procederes, del nefasto José Luís Puente Anguiano. Apuntado a ocupar la vacante presto está un protegido que fue de priistas y panistas ahora convertido en ferviente creyente de la 4T y de su gobernadora a la que le mueve el abanico.  

*Gobernadores y alcaldes, a lo largo y ancho del país, sin hacer gestos, sino felices y contentos, les ceden a los militares y marinos de agua dulce las áreas de seguridad pública en vano intento de evadir con ello su responsabilidad ante la violencia desatada por el crimen organizado en todo el país.

*Por más que probada está la inoperancia de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública, la práctica prianista de militarizar los mandos de las policías municipales y estatales continúa en los gobiernos de la 4T.