Los gobernadores 4teístas, la de Colima incluida, se niegan a preguntarles a sus electores si desean o no que continúen en sus cargos más allá de las elecciones del domingo 2 de junio de 2024, porque no comparten el discurso de su líder moral Andrés Manuel López Obrador de “hacer valer la democracia, y no quedarse sólo con la democracia representativa, avanzar hacia la democracia participativa, porque eso es la esencia de la democracia”. Se niegan a poner en práctica lo mismo que respaldaron a rabiar sobre la revocación del mandato presidencial porque temen ser despedidos por los ciudadanos inconformes con sus desempeños.

Los diputados locales de la 4T al servicio de Doña Indira quieren llevarse la consulta sobre la revocación de su mandato hasta los comicios del año 2030, para salvarla de la quema que le espera si la someten al juicio del  pueblo bueno y sabio que tienen el sagrado derecho de poner y  quitar, mandar y hacerse obedecer de sus mandatarios. A la hora de la verdad, brillan por su incongruencia política. Son puro jarabe de pico.

López Obrador pontifica que “es muy cómodo, bueno, muy conservador el decir: quiero la democracia, pero cuando me conviene, quiero la democracia cuando voy a sacar provecho, cuando voy a mantener o a acrecentar mis privilegios; entonces es cuando quiero la democracia”, palabras que  aturden los castos oídos de la gobernadora colimeña que quiere la democracia participativa en los bueyes del próximo gobernador o gobernadora de Colima, no en los suyos propios.

“Pues fíjense que eso no es la democracia, es exactamente lo opuesto. La democracia es el poder del pueblo, es el mandar obedeciendo y, sobre todo, mandar sirviendo al pueblo; y no olvidar nunca de que el pueblo es el soberano, es nuestro amo, y él pone y él quita”, y con el diablo se desquita, habría que redondear este párrafo de AMLO al que Indira le ha puesto la misma atención que a las campanas cuando llaman a misa.

Y precisamente porque el pueblo es su amo, quien pone y quita, debe exigirles a Indira y a sus diputados  someterse a la consulta de revocación de mandato en la gubernatura del estado que deberá llevarse a cabo sin excusas ni pretexto en las próximas elecciones federales concurrentes con las estatales programadas para  el domingo 2 de junio del año 2024.

Para estar a tono con la voluntad presidencial, Indira y Cía. deben comprometerse a que la revocación del mandato estatal  sea válida con cualquier porcentaje de votación alcanzado, para que “si se pierde en una consulta, pues hay que dejar el cargo, porque no se puede gobernar sin el apoyo del pueblo, no se puede gobernar sin autoridad moral, porque, si no se tiene autoridad moral, no se tiene autoridad política”, como pontifica AMLO.

Ciento por ciento de acuerdo con el líder moral de la 4T, con su sentencia de que “no le hace que no sea vinculatoria la consulta, no se alcance el 40 por ciento de participación; el gobernante tiene que tener vergüenza, tiene que tener dignidad y no estar a fuerza, porque eso no es democracia. Eso es legalidad, pero no necesariamente democracia”.

¿A qué le temen los demócratas participativos de la 4T colimeña y de otras entidades de la República al no aceptar locos de contento las consultas populares de revocación de sus mandatos como para diferirlas hasta el año 2030 cuando ya no estarán al frente de los cargos que ostentan?  ¿No que tan sácale punta?

Ante la negativa de la gobernadora y los suyos a someterse voluntariamente a la evaluación de su desempeño por parte de la ciudadanía colimense en su próxima cita a las urnas, al pueblo bueno y sabio, libre de ataduras 4teístas, la llamada sociedad civil, debe tomar la iniciativa de pasarla por la aduana de las urnas el domingo 2 de junio de 2024, lo quiera o no, le guste o no.

Para el analista Federico López Ramírez, “la desgobernadora, y su intento de gobierno, están que se mueren de miedo por ser expulsados del poder mediante formas constitucionales, pues su desempeño en estos primeros once meses si contamos desde la elección, o seis, si los contabilizados desde que rindió protesta, han sido desastrosos”.

EL ACABO

*El Pleno del Tribunal Electoral del Estado de Colima analizará la demanda de Juicio para Defensa Ciudadana Electoral, interpuesta por el abogado Romualdo García Mejía, por la “omisión” del Congreso del Estado para “adecuar la legislación secundaria estatal en materia de revocación de mandato”, abriendo al efecto el expediente JDCE-03/2022.

*Los diputados federales panistas Julia Jiménez Angulo y Riult Rivera Gutiérrez resistieron a pie firme todas las andanadas de agresiones verbales que sobre ellos descargaron en las redes sociales las huestes amloistas colimeñas. Han surgido del fuego de la Santa Inquisición Cuatroteísta fortalecidos para próximas contiendas políticas y electorales.

*Para el gringo 4teísta John Akerman, “Si @PartidoMorenaMx no hubiera perdido más de 50 curules en las elecciones de 2021, ya se hubiera aprobado la #ReformaElectrica. La principal culpable por la situación actual es @mario_delgado, quien siempre priorizó sus amigos impresentables sobre las candidaturas ganadoras”. ¡No, pos sí¡

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