Independientemente del final que haya en el tema del incremento salarial del 3 por ciento que, de manera unilateral, decidió otorgarle a la voz de ya el Gobierno del Estado a los trabajadores sindicalizados, encabezados por el enanín de Martín Flores Castañeda, en el caso del subsecretario de Administración del indirato, Víctor Torrero Enríquez, hay un tufo que apesta peor que a animal muerto por la forma tan miserable como se ha venido comportando ese individuo, obviamente que con la plena autorización de su jefa, la #GobernadoraAltozano.

El 3 por ciento propuesto por el Gobierno del Estado tiene que ser aceptado por el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado (STSGE), pues la forma tan abusiva como se concedió, sin importarle al indirato la opinión de sus empleados, no tiene validez. Así, cuando se haya llegado a un acuerdo entre las dos partes interesadas (patrón-trabajador), podrá decirse que las negociaciones llegaron a buen término, no antes. La forma como se hizo, según anuncio del ojetazo Víctor Torrero, simplemente es inaceptable.

En los siguientes días se verá cuál es la actitud que asuma el líder sindical, el enanín de Martín Flores, pues apenas había fijado el 7 de abril próximo como la fecha para llevar a cabo una consulta entre los 3 mil 340 integrantes del STSGE, donde la mayoría decidiría entre aceptar el ofrecimiento unilateral del 3 por ciento o de plano rechazarlo, como lo han hecho los líderes sindicales pertenecientes a la Federación que encabeza el tecomense Audelino Flores Jurado, que tiene en Héctor Arturo León Álam a un inmejorable aliado, quien vela por los intereses de los trabajadores del Ayuntamiento de Colima. Sin embargo, la actitud asumida por el ojetísimo Víctor Torrero es vergonzosa, por decir lo menos.

En el otro lado de la moneda, si el sindicato fuera de izquierda y exigiera un salario justo frente a un gobierno del PRI o del PAN, cualquiera que fuera el caso, el líder sindical no estaría exigiendo el 7 por ciento que corresponde a la inflación pronosticada para el presente año, sino ¡un 15 o un 20 por ciento! La exigencia vendría acompañada de argumentaciones retóricas a favor de la clase obrera que va al paraíso, cuyos miembros luchan en contra del explotador y desalmado patrón, etcétera.

Así, si el gobernador de facto, Arnoldo Vizcaíno Rodriguez, estuviera al frente del sindicato, incluso hasta con un tanque de oxígeno extra estaría luchando a capa y espada en la defensa de sus representados, como lo hacía en sus buenos tiempos de maestro en los que se enfrentaba a los líderes charros del SNTE, sindicato al que combatió mientras le duraron las fuerzas.

Bueno, ese mismo que se quitaría la camisa por un buen amigo, pues en la lucha a favor de los trabajadores no debe haber medias tintas, es el primero en aconsejar que a los empleados del Gobierno del Estado les autoricen sólo ese pinchísimo 3 por ciento. Lejos de esperarse la comprensión de individuos supuestamente con formación izquierdosa, el subsecretario de Administración del Gobierno del Estado se burla de los trabajadores.

Así, dice que la consulta que se realizaría el próximo 7 de abril, entre los sindicalizados, también tendría que incluirse a los colimenses para saber qué opinan sobre lo que ganan. Bueno, más mierda no podría ser Víctor Torrero, pues si a esas vamos, también habría que preguntarle a la gente lo que opinan sobre los sueldos que ganan mierdas como el subsecretario. La evaluada que dio la encuestadora Mitofsky en febrero nos da una prueba de lo contentos que están los colimenses con “su” gobernadora.

A la ojetez de Víctor Torrero con su miserable actitud frente a los trabajadores del Gobierno del Estado se agrega un hecho escandaloso: suspendió arbitrariamente la sesión del Consejo del Ipecol, que se reuniría este jueves 31 de marzo, según la convocatoria enviada a los integrantes. Este consejo lo preside el subsecretario de Administración, sujeto holgazán que lleva más de cuatro meses sin convocar para sesionar, es decir, prácticamente desde que el indirato asumió las riendas del poder en Colima.

Lo más lamentable es que, después de tanto tiempo, por fin iba a sesionar el consejo y, zas, la suspende el Torrero Enríquez. La convocatoria para la siguiente sesión se fijó para el 8 de abril, pero hay que hacer notar que es muy importante que sesione el Consejo del Ipecol, pues en el mismo se tienen que tratar –y darles para adelante— casos de jubilaciones de trabajadores, préstamos y diversos trámites que se encuentran atorados desde hace mucho y que, de otra manera, jamás caminarán si no se les da seguimiento.

Pero el subsecretario de Administración, dizque de izquierda, comportándose lo más miserable posible y mirando que la clase obrera no va al paraíso.

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